martes, 21 de abril de 2009

Viejas Vivencias Laborales II

...tras salir de aquel Hotel de la cadena hotelera mas incompetente que conozco, estuve realizando entrevistas durante dos meses, contratado temporalmente por mi ex-trabajo gracias a que quedé como un señor cuando me fui de allí. Era de esos que iba a la copistería a imprimir 100 currículos pero la angustia de buscar podía mas; mis pinitos en operaciones de derivados daban para tabaco y poco mas y había que sacar a la "familia adelante" de alguna forma. Fui seleccionado para La Caixa tras 3 entrevistas y para la Caja Rural, pero en la última me echaron atrás por no tener la licenciatura. Me gustó mucho tal y como me explicaron el trabajo en una cadena de supermercados y el puesto de gerente e ella; ofrecían un buen sueldo y la única pega es que había que ponerse bata; había que hacer un examen de acceso y lo aprobé y ya imaginaba cómo era la vida en un supermercado, mandar un poquito, realizar los pedidos, las cuentas de la tienda de mas de 800 metros y... a vivir.
Nada mas lejos de la realidad, estuve unos 4 meses en total y trabajé mas que en toda mi vida. Fui el primer Jefe de Tienda que entró en Aragón directamente como tal sin pasar por los puestos anteriores; pasé una fase de formación en varias tiendas de la cadena y ya veía lo que se me esperaba. Te despertabas sobre las 5 de la mañana para acudir a la tienda a descargar un camión que iba con 18-24 palets tú solito a meterlo en un almacén en el que faltaba espacio por todos los sitios; como te adjudiicaban el personal en base a tus ventas, tenía que hacer lo imposible para tener 2 ó 3 cajeras a la vez para que cobraran y a la vez repusieran los estantes; la verdad es que había muchos días que descargaba, reponía, hacía los pedidos, cobraba en la caja, hacía las cuentas...hasta tuve que meter un palet de yogures en mi coche para llevaros a otra tienda ¡viva la cadena de frio!
Me chocó que me "obligaran" a firmar, al poco tiempo de comenzar a trabajar, la baja voluntaria; me explicó el jefe de zona que era para ver lo que confiaba en mis posibilidades dentro de la empresa y que la rompería. Varios domingos tuve que abrir para delantar trabajo pues no nada para mucho una jornada con gente robando quesos, pegando a la guarda de seguridad, cleptómanos enfermos que decían que lo que cogían se quedaba pegado en sus manos,...,hasta un señor mayor se cagó en la fila de la caja ¡verídico!
En el último mes acumulé 108 horas extra y un día que el jefe de zona me llamó con las típicas amenazas con las que solía hablar, me harté y le dije que me quería ir, que estaba hasta los cojones de el y de la cadena; me tranquilizó y vino a verme; me amenazó con presentar la baja voluntaria que yo firmé sin fecha meses atrás y le dije que si tenía huevos que lo hiciera, que le denunciaría por mobbing, presentaria mis horas extra y que su currículum se vería manchado de por vida. Cuando pensó este tío en su currículum se le encendió la luz y me dijo que me daba 9 días de vacaciones para compensar las horas extra y que me pensara lo que quería hacer; le pedí despido improcedente y me fui a tomar café dejando el super con una cajera que se metía los billetes de 5 euros en las bragas y con otra que se pegaba 2 horas para colocar la fruta mal. La verdad es que me pagaron la nómina, el finiquito y las horas extra muy bien y con ello compré acciones de Hagemeyer con las que gané un 20%; tras esta nueva aventura laboral, comencé a buscar empleo de nuevo

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