
Habrán visto en la tele el anuncio que dice: "oiga, que mi caldera está cantando". Pues bien, mi caldera de 11 meses empezó a cantar a finales del verano; llamé al servicio técnico y me preguntaron si había firmado el contrato de mantenimiento y les dije que NO subiendo el tono de voz y me dijeron que me apañara; ¿qué querían? ¿una mini-hipoteca de 80 euros anuales por una simple caldera nueva?
Bueno, ha empezado el invierno y estoy con agua caliente pero sin calefacción (digo que eso me ayuda a mantener la cabeza fría); rescaté del trastero de mis padres una preciosa y friki estufa de la marca Jata decorada en madera que tiene al menos unos 30 años y funciona de maravilla; le he cogido tanto cariño que me pegaría todo el invierno dependiendo de ella y acompañándome a cada habitación de mi casa pero, esto no es la bolsa y aquí no hago lo que me da la gana ni influye el análisis sentimental; mi esposa, famosa por llevar 4 capas mas edredón nórdico durmiendo, ya me ha hecho llamar para contratar el servicio de mantenimiento y un día de estos nos arreglarán la caldera y podremos disfrutar de calefacción en toda la casa. Me pregunto qué será de la estufa con el paso de los años, ¿dónde acabará?.
Ayer por la noche, al desenchufarla, ella solita saltó los plomos de toda la casa con un chispazo y no le guardo rencor; hoy tendré que ir a "los chinos" a comprar un enchufe nuevo para ella y poder disfrutar de su calor los días venideros. Tiene 2 posiciones de calor, una es la resistencia que se ve en la foto y la otra es la que suelta calor por la parte de arriba; a mi me parece un instrumento adecuado para pasar esta época de crisis y me recuerda a la serie de tve "Cuéntame cómo pasó" (a mi mujer le recuerda al complejo de Diógenes que suelo padecer de vez en cuando).